LA MICRO

“¿Cómo puedes trasladar a tus hijos en micro, todos apretados, pudiendo llevarlos cómodamente en auto? Pobrecitos.”

LOS NIÑOS NO SON TONTOS

Los niños no son tontos. Nunca. Otra cosa es que se hagan.

LA NAVIDAD

Vaya tema el de la Navidad. Año a año se reavivan las mismas inquietudes: no caer en el consumismo, abogar por el aspecto espiritual o religioso según la creencia de cada cual, regalar anónimamente a niños de escasos recursos, enfatizar el gesto por sobre el precio, restringirse sólo a regalitos hechos por las propias manos, declararle la guerra a una fiesta convertida en negocio, sucumbir a las ofertas, retorcerse frente a la “Cartita para el Viejo Pascuero” de nuestro hijo y recorrer a codazos las grandes tiendas para comprar el juguete solicitado, inventar alambicadas explicaciones para tranquilizar la agudeza de nuestras criaturas y sus preguntas que nos acorralan, regocijarnos en la alegría cuando abren sus regalitos, batallar contra los remordimientos cuando a la semana siguiente los vemos tirados en cualquier parte. Uf.
 
No sé cómo ustedes han resuelto estos dilemas. Pero respecto del tema puntual de compra de regalos, me valgo de dos principios que me han allanado el camino a la hora de decidirme y que se reducen a plantearme dos sencillas preguntas (aunque responderlas, muchas veces no sea nada sencillo):

EXPONGO A MIS HIJOS A LAS INFECCIONES

Las Malas Madres tenemos razones, que las Buenas, desconocen.

DISCULPAS PÚBLICAS A LAS EMBARAZADAS

Acompañado o no de cara de “pobrecita, no sabe lo que le espera”, volcamos el “Rosario de los Aprovecha” a la joven que nos cuenta que, deseando ser madre, está por fin embarazada. “Aprovecha de dormir que después no podrás”, “aprovecha de salir a divertirte”,  “aprovecha de viajar”, “aprovecha tu libertad”, “aprovecha de disfrutar tu dinero”, “aprovecha de buscar esa promoción en el trabajo”, “aprovecha de salir con tu marido/pareja”… y cientos de “aprovecha” con que les taponeamos la cabeza. Querida embarazada, contra los que te han dicho esto y los “aprovecha” que yo he pronunciado, te pido perdón.  

MALVADOS CONSEJOS A UNA MADRE PRIMERIZA

- No te avergüences de querer salir huyendo del epicentro, confesar el deseo de tirar a tu guagua por el balcón o meter tu cabeza en el microondas (¡después de meter la de tu marido!). Ser madre es un terremoto. No importa lo que diga la edulcorada publicidad ni las miradas reprobatorias de tu suegra y amigas que aún no son madres (éstas son las peores a la hora de emitir juicios despiadados). A todos los especímenes de este tipo mantenlos a raya.
 

AH, LOS CUMPLEAÑOS...

Como madre inexperta que era, la primera vez que me tocó celebrar el cumpleaños de mi hija mayor (cumplía 2 añitos), me vi en un dilema.
 
Como citar a la gente a uno de esos locales de comida rápida y ruido infernal de máquinas electrónicas no era alternativa (me basta estar cinco minutos ahí para transformarme en un monstruo) opté por hacerle la fiesta yo misma y copié lo que todos hacían: